¿Cómo las empresas redujeron costos por la contingencia?

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September 7, 2020
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¿Cómo las empresas redujeron costos por la contingencia?

¿Cómo las empresas redujeron costos por la contingencia?

La contingencia obligó a las organizaciones a migrar su operación al trabajo remoto, también descubrieron que podían ahorrar gastos y aumentar la eficiencia a través de la adopción masiva del “Home Office”, paradójicamente, el avance de la pandemia COVID-19 ayudo más a la reconversión 4.0 de las empresas que miles de conferencias, charlas y recomendaciones de expertos.

Las medidas de aislamiento decretadas en gran parte del mundo llevaron a infinidad de firmas a avanzar definitivamente a esquemas de trabajo remoto y a perderle el miedo a este esquema y a los espacios de colaboración virtuales, que se transformaron en la norma del nuevo ecosistema laboral. El impacto en los trabajadores de la implementación masiva de esta práctica fue inmediato: según un estudio realizado por Adecco, el 42% de los empleados le dedica más horas al trabajo desde su casa que en en la oficina, mientras que un 40% cumple exactamente las mismas horas que si estuviera en su lugar de trabajo.

Por otro lado, sólo dos de cada diez admite relajarse y trabajar menos tiempo desde su casa. A su vez, seis de cada diez afirman que se desempeñan de modo más relajado en el hogar. Para el 28% es lo mismo y para un 11% le resulta más estresante.

Lo que sí está claro es que ya nadie piensa en un “Home Office” con fecha de vencimiento, por tal motivo, los CEO comienzan a hacer cuentas identificando qué rubros se ahorran y cuáles no con todos los empleados trabajando desde sus casas, ya con las cortinas abajo y las luces apagadas, las compañías tachan y suman otros gastos a su operación cotidiana forzando a las áreas financieras y contables a “arrastrar el lápiz”.

Según datos recolectados por la “big four”, 85% de sus clientes ya cuentan con procedimientos de trabajo a distancia, mientras que 40% posee al total de sus empleados operando bajo esa modalidad ya que las compañías relacionadas a servicios y tecnología tenían este tipo de prácticas implementadas, no así las del sector industrial por lo que ha costado un poco más la migración, asimismo, esta modalidad traza una línea divisoria entre grandes empresas y Pymes: para las primeras, el desafìo fue pasar a un teletrabajo a escala masiva; para las segundas, además del cambio cultural, tuvieron que adaptar su tecnoloìa para llevar adelantes las tareas diarias.

Lo cierto es que la nueva modalidad impacta la estructura de gastos, existen varios costos mensuales que bajaron drásticamente: están los indirectos, asociados a la ocupación de los lugares físicos, otros rubros que comenzaron a quedar fuera del gasto mensual son la cafetería, almuerzos, limpieza y otros “amenities”, mientras que los vinculados a tarifas y mantenimiento sufrirán recortes, en muchos casos, ya se están aplicando debido al menor uso de las instalaciones.

El mayor impacto en las arcas de las compañías se dará con la vuelta a la “nueva normalidad”, todo indica que se avanzará en esquemas híbridos, no 100% presenciales, lo que seguramente lleve a la búsqueda de espacios de trabajo más reducidos por lo que el mayor ahorro todavía está por venir.